Activos naturales
Extracto de magnolia: El extracto de la corteza de Magnolia liliflora es un relajante natural ideal para combatir el estrés, la ansiedad y mejorar el descanso nocturno. Además, se utiliza en muchos productos cosméticos naturales para blanquear la piel, así como también para reducir la irritación que pueden producir algunos compuestos químicos que entran en contacto con ella.
Aceite esencial de mandarina: El aceite esencial extraído de la piel de Citrus nobilis tiene un efecto elevador del estado de ánimo, es relajante y ayuda a descongestionar la piel. Su carácter lipófilo le permite penetrar en la piel al instante, sin dejar ningún rastro pegajoso. Además, contiene vitaminas C y E, que proporcionan a la piel una apariencia saludable y brillante y favorecen la circulación sanguínea local, contribuyendo así a tonificar la piel y a mejorar su textura.
Extracto de manzanilla: El extracto de flores de Chamomilla recutita brinda diversos beneficios a la piel, gracias a su poder antiinflamatorio, antiséptico y calmante del escozor. Además, tiene acción antioxidante, hidrata y es un cicatrizante y antiirritante ideal para pieles sensibles.
Manteca de karité: La manteca obtenida de las semillas del árbol africano Butyrospermum parkii tiene un poder de hidratación y nutrición difícil de superar. Mejora la elasticidad de la piel, a la vez que la repara y la regenera. Además, es rica en antioxidantes, calma la piel y la protege de factores externos, como los rayos UV o el viento, recubriéndola con una película invisible.
Aceite de almendras dulces: El aceite vegetal proveniente de Prunus amygdalus dulcis está compuesto por grasas monoinsaturadas, ácido oleico (55-86%) y ácido linolénico (7-35%). Además, contiene antioxidantes y minerales esenciales muy beneficiosos para la piel. Está considerado como uno de los aceites más hidratantes, ayudando a suavizar la piel y dándole más elasticidad.
Aceite de abisinia: El aceite de las semillas de Crambe abyssinica es capaz de formar una capa oclusiva sobre la epidermis que ayuda a evitar que la piel se reseque. Proporciona hidratación y es capaz de restaurar la piel. Se absorbe fácilmente sin dejar un residuo graso o una sensación pegajosa. Contiene ácidos grasos C22, linoleico y linolénico y Omega-6, componentes esenciales para una piel sana.
Aceite de macadamia: El aceite dorado procedente de Macadamia ternofolia, una nuez nativa de Australia, contiene varios triglicéridos de ácidos grasos con un contenido inusualmente alto de ácido palmitoleico Omega-7 (12-25%) junto con un alto contenido de ácido oleico Omega-9 (50-67%). Esto le confiere un alto grado de estabilidad oxidativa. Además, tiene un papel biológico muy importante al ayudar a evitar el envejecimiento prematuro y la pérdida de elasticidad de la piel. Se absorbe rápidamente en la piel y deja una sensación ultraligera y no grasa. Aporta un tacto seco y aterciopelado.
Glicerina: La glicerina vegetal es un componente muy utilizado en la cosmética natural porque aporta muchos beneficios a la piel: ayuda en la reestructuración de los lípidos que se encuentran en el estrato córneo, aporta un alto nivel de hidratación, favorece la cicatrización de heridas y protege la piel frente a los agentes irritantes.
Betaína: Es un humectante natural derivado de la remolacha azucarera que protege a las células del estrés ambiental y, específicamente, contra la deshidratación, ya que actúa como un osmolito, una molécula que ayuda a controlar el equilibrio hídrico celular. También es un osmoprotector natural, lo que significa que atrae el agua lejos de la superficie de las proteínas y, por lo tanto, las protege de la desnaturalización y aumenta su estabilidad termodinámica.
Información adicional
Nuestros cosméticos han sido testados microbiológicamente, son aptos para pieles sensibles y contienen ingredientes de origen natural.
Aplicación
Aplicar directamente sobre las manos o la piel limpia y seca de todo el cuerpo. Emplear a diario.
Sustancias contenidas
Aqua/Water, Glycerin, Betaine, Cyclopentasiloxane, Crambe Abyssinica Seed Oil Phytosterol Esters, Caprylic/Capric Triglyceride, Butyrospermum Parkii Butter, Glyceryl Stearate, PEG-100 Stearate, Isohexadecane, Cetyl Alcohol, Coco-Caprylate/Caprate, Prunus Amygdalus Dulcis Oil, Macadamia Ternifolia Seed Oil, Magnolia Liliflora Bud Extract, Chamomilla Recutita Flower Extract, Citrus Nobilis Peel Oil, Dimethicone, Pentaerythrityl Tetraisostearate, Sodium Benzoate, Acrylates/C10-30 Alkyl Acrylate Crosspolymer, Parfum/Fragrance, Potassium Sorbate, Phenyl Trimethicone, Dimethiconol, Tetrasodium Glutamate Diacetate, Aminomethyl Propanol, Tocopherol (mixed), Beta-Sitosterol, Squalene, Benzyl Salicylate, Cinnamyl Alcohol, Geraniol, Citronellol, Linalool, Hexyl Cinnamal, CI 15510.
Activos naturales
Extracto de magnolia: El extracto de la corteza de Magnolia liliflora es un relajante natural ideal para combatir el estrés, la ansiedad y mejorar el descanso nocturno. Además, se utiliza en muchos productos cosméticos naturales para blanquear la piel, así como también para reducir la irritación que pueden producir algunos compuestos químicos que entran en contacto con ella.
Aceite esencial de mandarina: El aceite esencial extraído de la piel de Citrus nobilis tiene un efecto elevador del estado de ánimo, es relajante y ayuda a descongestionar la piel. Su carácter lipófilo le permite penetrar en la piel al instante, sin dejar ningún rastro pegajoso. Además, contiene vitaminas C y E, que proporcionan a la piel una apariencia saludable y brillante y favorecen la circulación sanguínea local, contribuyendo así a tonificar la piel y a mejorar su textura.
Extracto de manzanilla: El extracto de flores de Chamomilla recutita brinda diversos beneficios a la piel, gracias a su poder antiinflamatorio, antiséptico y calmante del escozor. Además, tiene acción antioxidante, hidrata y es un cicatrizante y antiirritante ideal para pieles sensibles.
Manteca de karité: La manteca obtenida de las semillas del árbol africano Butyrospermum parkii tiene un poder de hidratación y nutrición difícil de superar. Mejora la elasticidad de la piel, a la vez que la repara y la regenera. Además, es rica en antioxidantes, calma la piel y la protege de factores externos, como los rayos UV o el viento, recubriéndola con una película invisible.
Aceite de almendras dulces: El aceite vegetal proveniente de Prunus amygdalus dulcis está compuesto por grasas monoinsaturadas, ácido oleico (55-86%) y ácido linolénico (7-35%). Además, contiene antioxidantes y minerales esenciales muy beneficiosos para la piel. Está considerado como uno de los aceites más hidratantes, ayudando a suavizar la piel y dándole más elasticidad.
Aceite de abisinia: El aceite de las semillas de Crambe abyssinica es capaz de formar una capa oclusiva sobre la epidermis que ayuda a evitar que la piel se reseque. Proporciona hidratación y es capaz de restaurar la piel. Se absorbe fácilmente sin dejar un residuo graso o una sensación pegajosa. Contiene ácidos grasos C22, linoleico y linolénico y Omega-6, componentes esenciales para una piel sana.
Aceite de macadamia: El aceite dorado procedente de Macadamia ternofolia, una nuez nativa de Australia, contiene varios triglicéridos de ácidos grasos con un contenido inusualmente alto de ácido palmitoleico Omega-7 (12-25%) junto con un alto contenido de ácido oleico Omega-9 (50-67%). Esto le confiere un alto grado de estabilidad oxidativa. Además, tiene un papel biológico muy importante al ayudar a evitar el envejecimiento prematuro y la pérdida de elasticidad de la piel. Se absorbe rápidamente en la piel y deja una sensación ultraligera y no grasa. Aporta un tacto seco y aterciopelado.
Glicerina: La glicerina vegetal es un componente muy utilizado en la cosmética natural porque aporta muchos beneficios a la piel: ayuda en la reestructuración de los lípidos que se encuentran en el estrato córneo, aporta un alto nivel de hidratación, favorece la cicatrización de heridas y protege la piel frente a los agentes irritantes.
Betaína: Es un humectante natural derivado de la remolacha azucarera que protege a las células del estrés ambiental y, específicamente, contra la deshidratación, ya que actúa como un osmolito, una molécula que ayuda a controlar el equilibrio hídrico celular. También es un osmoprotector natural, lo que significa que atrae el agua lejos de la superficie de las proteínas y, por lo tanto, las protege de la desnaturalización y aumenta su estabilidad termodinámica.